Política Monetaria
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Sistema Económico II
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Maestrante: L.I. Jesús Esparza
Acevedo
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Trabajo complemento numero uno para acreditar la materia de Sistema
Económico II la cual se curso con el L.E. y M. en F. Rubén del Real Manzanares
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POLITICA MONETARIA
Historia.
La política monetaria está desarrollada entre otros por
economistas como Knut Wicksell, Irving Fisher; Clark
Warburton (quien fue descrito como “el primer monetarista en el periodo que
siguió la Segunda Guerra Mundial4 ) y Milton Friedman quienes enfatizaron el papel
de la política monetaria en la estabilidad macroeconómica y se consideran
representantes del monetarismo, basandose en ideas de economistas clásicos (especialmente John Stuart Mill, quien
introdujo su "principio de la dependencia general de los precios sobre la
cantidad del dinero en circulación” que sugiere que el nivel general de precios
se relaciona con la cantidad de dinero multiplicada por su `velocidad de
circulación'5 ). En contra posición al
monetarismo, está el keynesianismo (John Maynard Keynes) y su énfasis en la importancia política fiscal en la estabilidad
macroeconómica.
En cuanto a la adecuación empírica de las políticas recomendadas
por ambas escuelas sigue existiendo debate. Se acepta mayoritariamente, que en
el caso del crack de 1929, la política
monetaria falló. Los clásicos creían que al haber caído la cantidad de dinero,
también bajarían los precios y los salarios, y se volvería automáticamente al pleno empleo. Pero resultó que tanto precios y salarios son
rígidos a la baja; o sea, que los empresarios se negaban a bajar los
precios, y los trabajadores a cobrar menos. Si bien la popularidad del
intervencionismo entre los economistas es más pequeña ahora que a mediados del
siglo XX, recientemente en la crisis económica de
2008-2009 la mayoría de gobierno para salir de la crisis aplicaron
esencialmente medidas de estímulo económico, más en la línea keynesiana que en
la línea monetarista.
Historia en México
1952 - 2011
La liberación financiera y la consecuente
internacionalización de los mercados de capitales, de dinero y de divisas,
obliga a los gobiernos y bancos centrales a trabajar con monedas estables para
asegurar las condiciones de rentabilidad que exige el capital internacional que
opera en los mercados y para evitar la desvalorización de dicho capital y las
prácticas especulativas y la inestabilidad financiera que se deriva de ello.
Los llamados países emergentes han procedido a
promover entrada de capitales para así financiar y obtener la estabilidad
monetaria-cambiaria. La entrada de capitales ha configurado superávit de cuenta
de capitales para financiar el déficit de cuenta corriente de balanza de pagos
y configurar grandes reservas internacionales, las cuales son necesarias para
hacer frente a embates que pueden provenir de los vaivenes de los mercados
financieros internacionales, y para asegurar la estabilidad cambiaria y la
libre convertibilidad.
En México se ha procedido a establecer
políticas que amplían la esfera de influencia del capital extranjero en el
ámbito nacional, entre las que sobresale la aceleración del proceso de
liberalización económica, así como la política de estabilidad
monetaria-cambiaria.
La política de estabilidad monetaria-cambiaria es requerida por la entrada de capitales, debido a que asegura la rentabilidad real en términos de dólar; y para alcanzar dicha estabilidad, se ha procedido a anclar el tipo de cambio en una paridad semifija al dólar, que tiende a apreciar la moneda nacional y en consecuencia a abaratar al dólar. Esta política se logra si se establecen políticas monetarias, fiscales y crediticias contraccioncitas, para evitar presiones sobre precios y sobre el sector externo, que pudiesen desestabilizar el tipo de cambio. Sobre salen también las altas tasas de interés y los procesos de extranjerización de activos públicos y privados para estimular la entrada de capitales y así contar con el financiamiento para cubrir el déficit externo, y tener suficientes reservas internacionales que sustenten tal paridad cambiaria.
La reducción de la tasa de inflación ha descansado en la reducción de salarios reales, como en la apreciación del tipo de cambio y la apertura comercial generalizada que llevan a desequilibrio de la balanza comercial y han obligado a establecer una severa restricción fiscal y del crédito interno con elevadas tasa de interés para disminuir las presiones sobre precios y el sector externo, como para promover capitales.
La política de estabilidad monetaria-cambiaria es requerida por la entrada de capitales, debido a que asegura la rentabilidad real en términos de dólar; y para alcanzar dicha estabilidad, se ha procedido a anclar el tipo de cambio en una paridad semifija al dólar, que tiende a apreciar la moneda nacional y en consecuencia a abaratar al dólar. Esta política se logra si se establecen políticas monetarias, fiscales y crediticias contraccioncitas, para evitar presiones sobre precios y sobre el sector externo, que pudiesen desestabilizar el tipo de cambio. Sobre salen también las altas tasas de interés y los procesos de extranjerización de activos públicos y privados para estimular la entrada de capitales y así contar con el financiamiento para cubrir el déficit externo, y tener suficientes reservas internacionales que sustenten tal paridad cambiaria.
La reducción de la tasa de inflación ha descansado en la reducción de salarios reales, como en la apreciación del tipo de cambio y la apertura comercial generalizada que llevan a desequilibrio de la balanza comercial y han obligado a establecer una severa restricción fiscal y del crédito interno con elevadas tasa de interés para disminuir las presiones sobre precios y el sector externo, como para promover capitales.
Las autoridades monetarias y hacendarías han
afirmado que se trabaja bajo un régimen de tipo de cambio flexible, que permite
a la economía ajustarse mejor ante las repercusiones internas que pueden
derivarse de los efectos de los mercados financieros internacionales. Este
régimen cambiario no ha permitido un manejo discrecional de la tasa de interés
interna a favor del crecimiento, debido a que la flexibilidad cambiaria
alcanzada en nuestro país no se ha dado en torno al diferencial de precios
entre México y su principal socio comercial (EEUU), sino que se ha alcanzado
con base en el comportamiento de la oferta y la demanda de divisas, y la tasa
de interés ha desempañado un papel activo en esto. El aumento de la oferta de
divisas y la reducción de la demanda de estas, al cual contribuye al alza de la
tasa de interés, termina generando un excedente de divisas e incremento de las
reservas internacionales, por lo que se abarata el precio del dólar y se
encarece el peso en relación con el dólar, situación que favorece la
rentabilidad del capital financiero internacional ubicado en los mercados
internos, a costa de disminuir la competitividad de la producción nacional.
La política de estabilidad monetaria-cambiaria
exige que la política fiscal se subordine a tal objetivo, por lo que tiene que
predominar la restricción del gasto publico y la privatización de empresas
públicas para alcanzar la disciplina fiscal y así disminuir la demanda agregada
y las presiones sobre precios y sobre la balanza de comercio exterior para
evitar la desestabilidad del tipo de cambio. La política de disciplina fiscal,
al restringir la demanda agregada y las presiones sobre importaciones, reduce
la demanda por divisas, y por otro lado, influye en las perspectivas de
estabilización monetaria y cambiaria, por lo que crea confianza para la mayor
entrada de capitales, incidiendo en una mayor oferta de divisas, por lo que
contribuye a la apreciación de la moneda nacional.
La inestabilidad bancaria ha obligado al
gobierno a transferir recursos a dicho sector para evitar su quiebra generalizada
y la deflación de la deuda y de los activos, ello ha significado transferencias
de recursos públicos, traduciéndose en mayor deuda pública interna que presiona
sobre las finanzas públicas.
Las políticas monetaria, cambiaria, y fiscal
predominantes en la globalización financiera, han conducido a la inestabilidad
del sistema financiero, lo que frena la disponibilidad crediticia interna y
coloca a la economía en un contexto de mayor dependencia e torno a la entrada
de capitales y del acceso a los mercados financieros internacionales.
El
desarrollo estabilizador.
El periodo con mejores resultados en términos
económicos del sigo XX mexicano es el comprendido entre 1958 y 1970 y es
conocido con el nombre de "desarrollo estabilizador". Este periodo
incluye las presidencias de Adolfo López Mateos (1658-1964) y Gustavo Díaz
Ordaz (1964-1970).
Durante el desarrollo estabilizador se lograron
altas tasas de crecimiento económico y bajas tasas de inflación. De 1958 a 1970
el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) promedió 6.3 por ciento
mientras que la inflación promedio fue de sólo 2.6 por ciento.
El sexenio anterior, correspondiente al mandato
de Adolfo Ruíz Cortines (1952-1958) también tuvo buenos resultados en términos
de crecimiento económico (6.1 por ciento en promedio) pero la inflación (5.4
por ciento) es un poco más del doble a la registrada durante el desarrollo
estabilizado, aunque es pequeña comparada con lo que se padecería después.
Los encargados de dirigir la política económica
durante el desarrollo estabilizador fueron Antonio Ortiz Mena, secretario de
Hacienda, y Rodrigo Gómez, presidente de Banco de México. Durante el desarrollo
estabilizador se buscó que el gasto público no creciera si no había una forma
sana de financiarlo, la importancia de esto será evidente más adelante.
Hacia el final del desarrollo estabilizador
hubo quien criticó la política económica gubernamental por considerar que los
beneficios del crecimiento tardaban en llegar a los pobres y que la desigualdad
económica del país iba en ascenso. Estas críticas fueron escuchadas por Luis
Echeverría Álvarez quien gobernó al país de 1970 a 1976 e intentó beneficiar a
los más necesitados con fuertes incrementos en el gasto público.
Lo primero que se logró con el gasto deficitario fue un incremento en la deuda pública y la aceleración de la inflación que en 1973 cerró en 21.4 por ciento. Además, el tipo de cambio que había permanecido desde 1954 en 12.5 pesos por dólar se devaluó en septiembre de 1976 hasta cotizarse en más de 20 pesos por dólar antes de terminar el año.
Lo primero que se logró con el gasto deficitario fue un incremento en la deuda pública y la aceleración de la inflación que en 1973 cerró en 21.4 por ciento. Además, el tipo de cambio que había permanecido desde 1954 en 12.5 pesos por dólar se devaluó en septiembre de 1976 hasta cotizarse en más de 20 pesos por dólar antes de terminar el año.
El gasto del gobierno mantuvo el elevado
crecimiento económico que promedió 6.0 por ciento de 1971 a 1676 pero se perdió
la estabilidad de precios, la inflación en el mismo lapso fue de 15.2 por
ciento en promedio.
José López Portillo, presidente de 1976 a 1982,
continuó con la política de gastar mucho más de lo que el gobierno tenía como
ingreso. Al parecer, López Portillo pensaba que algunos nuevos yacimientos
petroleros que fueron descubiertos a principios de1978 y los altos precios del
crudo le permitían un alto nivel de gasto público y endeudó fuertemente al
país.
En 1978, con la primera emisión de los
Certificados de Tesorería (CETES), el gobierno mexicano preparo el camino hacia
la desregulación de su sistema financiero, el propósito era desarrollar un
mercado profundo y liquido de valores gubernamentales, para sustituir los
controles cuantitativos a la expansión del crédito por mecanismos de mercado.
La
desregularización
La gravedad del endeudamiento se aprecia, por
ejemplo, en el hecho de que en 1982 el país tuvo que pagar 14,000 millones de
dólares por concepto de intereses de la deuda, lo que representaba casi la
mitad de las exportaciones de bienes y servicios de esa época.
México se convierte un protagonista importante
de la historia económica mundial cuando se ve obligado a interrumpir el pago de
su deuda externa en 1982 iniciando con ello la crisis de la deuda. Varios
países siguieron el ejemplo mexicano.
Como consecuencia de lo anterior el PIB
decreció 0.5 por ciento en 1982 y 3.5 por ciento en 1983. La inflación promedio
que se registro de 1977 a 1982 fue de 35.7 por ciento. Para rematar su sexenio
López Portillo nacionaliza la banca.
Durante todo el periodo referido hasta ahora,
México y algunos otros países latinoamericanos siguieron una política de
industrialización basada en la sustitución de importaciones. Esta política
consistía en proteger a los productores locales por medio de aranceles y cuotas
de importación o, en algunos casos, por medio de la prohibición de importar
productos extranjeros. A partir del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado
(1982-1988) se empezaría a cambiar el modelo económico de México.
El
crecimiento de 1980 – 2011 se muestra en la siguiente grafica
Fuente:
En México las reservas
internacionales están basadas en las entradas de capitales que en su mayoría
son financieros; esto significa que la entrada de capitales proviene de la
inversión extranjera directa que va a la Bolsa de Valores debido a que tiene el
control sobre las empresas a través de las acciones que posee, sin embargo, tal
inversión puede salir de la economía ente cualquier cambio de expectativas que
el capital financiero internacional pueda tener del acontecer nacional y/o
mundial, por lo que se afectaría el nivel alcanzado de las reservas
internacionales y la estabilidad cambiaria. El hecho de que la gran parte de
los recursos que componen las reservas internacionales son entradas de capital
que se ubican en la Bolsa de Valores, nos coloca en una situación de alta
fragilidad y vulnerabilidad. El problema de México y del resto de América
Latina es que no tenemos asegurada la entrada de capitales permanentes, tanto
por los problemas internos que terminaran desestimulando su flujo, como por la
propia inestabilidad de los mercados financieros de capitales.
Por otra parte, el aumento
del endeudamiento interno del sector publico, tiende a debilitar la posición de
las reservas como garantía de solvencia del país. Debido a que la baja de la
relación de reservas a deuda publica interna, refleja la fragilidad de uno de
los dos elementos de soporte del equilibrio financiero externo de la economía,
dada la importancia relativa de los capitales especulativos y de corto plazo en
la composición de las reservas.
La economía nacional
es altamente vulnerable a cualquier acción especulativa, a las
alteraciones en los mercados financieros internacionales, como a los mayores
incrementos de las tasas de interés en Estados Unidos, y a los menores ritmos
de crecimiento de la actividad económica de dicho país, debido a que hemos
caído en una gran dependencia en torno a la entrada de capitales y porque la
dinámica interna alcanzada se sustenta en las exportaciones a la economía
estadounidense.
Por lo que si se frena la
dinámica económica de Estados Unidos, repercutiría negativamente sobre
la economía mexicana, en donde rápidamente mandaría señales de estancamiento e
insolvencia hacia la economía mexicana, por lo que el capital saldría y dejaría
de fluir en nuestro país, afectaría la estabilidad monetaria-cambiaria, y se
configuraría en un contexto de crisis.
Definición
La política monetaria es
una política económica, que toma en cuenta la cantidad
de dinero y
la estabilidad política y
la estabilidad social de
la economía del país con la finalidad de asegurar y
poder mantener una
estabilidad económica en
cada país.
La cantidad de dinero de un país y la estabilidad del mismo no son los únicos factores que se utilizan para definir la tasa de interés o medir el nivel de inflación.
La cantidad de dinero de un país y la estabilidad del mismo no son los únicos factores que se utilizan para definir la tasa de interés o medir el nivel de inflación.
Objetivos.
La experiencia mexicana y de muchos otros países, confirma
que la contribución más eficaz que la política monetaria puede hacer al
crecimiento sostenido del empleo y la actividad económica consiste en lograr la
estabilidad del nivel general de precios. Por ello, la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos establece que el objetivo prioritario del Banco de
México es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda. Los
bancos centrales, sin embargo, no pueden controlar directamente el comportamiento
de los precios de los bienes y servicios. De ahí que para lograr sus objetivos
tengan que actuar a través de los mercados de dinero. Su participación en el
mercado de dinero puede alterar temporalmente el comportamiento de las tasas de
interés y éstas, a su vez, incidir sobre la demanda agregada y, a través de
ella, sobre el nivel general de precios.
En el caso de México, el Banco Central ha establecido un
esquema de objetivos de inflación como parte del esfuerzo por lograr la
estabilidad del poder adquisitivo de la moneda. En este esquema tienen un papel
fundamental el anuncio de metas explícitas de inflación de mediano y largo
plazos. En la medida en que las perspectivas inflacionarias no se adecuen a las
metas establecidas, el Banco de México modificará su política monetaria para
inducir un cambio de dirección del proceso inflacionario.
Con el fin de evaluar la evolución de las presiones
inflacionarias el Banco Central da seguimiento a una serie de indicadores
económicos, entre los cuales destacan:
(a) pronósticos de inflación;
(b) salarios, revisiones salariales contractuales
(c) precios administrados y concertados por el sector público
(d) entorno externo y tipo de cambio entre otros.
El Banco de México debe reaccionar en forma oportuna ante los
cambios en las variables económicas mencionadas que pudieran traducirse en
mayores tasas de inflación en el futuro.
La necesidad de reaccionar con oportunidad ante
modificaciones en los indicadores económicos citados y anticiparse así a
posibles aumentos de la inflación proviene de los rezagos que existen entre el
momento en que se adoptan las acciones de política monetaria y su efecto sobre
el nivel general de precios.
Las acciones de política monetaria del Banco de México y la
influencia que ejercen sobre el comportamiento de las tasas de interés tienen
lugar a través del envío de señales al mercado de dinero. A continuación se
describe la forma en que el Banco de México interviene en el mercado de dinero
y envía señales de política monetaria. [i]
Mecanismos de transmisión de la Política Monetaria.
Las
señales de la Política Monetaria.
El Banco de México interviene todos los días en
el mercado de dinero, mediante subastas, ofreciendo créditos, depósitos,
reportos y compras o ventas de valores gubernamentales.
El monto de estas intervenciones es fijado por
el Banco Central de manera que la suma de los saldos de las cuentas corrientes
de toda la banca finalice esa jornada en una cantidad determinada de antemano.
El saldo objetivo de las cuentas corrientes de
la banca es utilizado por el Banco de México como indicador de sus intenciones
de política monetaria. Con ese fin la Junta de Gobierno del Banco Central ha
establecido una serie de fechas específicas para anunciar la cantidad a la que
pretende llevar los “saldos diarios totales” (SDT) de las cuentas corrientes de
la banca al final del día. Dicho saldo objetivo estará en vigor a partir de su
anuncio y en tanto no se modifique por la propia Junta de Gobierno en otra
fecha.
Cabe mencionar que los anuncios de política
monetaria en fechas preestablecidas iniciaron en enero de 2003 con base en un
calendario dado a conocer en el reporte de inflación del tercer trimestre del
2002.
De esta manera, por ejemplo, un objetivo de SDT
negativo señalaría la intención del Banco Central de proporcionar a la banca
los recursos demandados, de tal manera que solo una parte de éstos se ofrezcan
a tasas de interés de mercado a través de sus operaciones en el mercado de
dinero. Por otro lado, la parte correspondiente al saldo negativo se le
proporcionaría a una o varias instituciones de crédito a través del sobregiro
en sus cuentas corrientes.El hecho de que el Banco Central no proporcionara la
totalidad de los recursos a tasas de mercado podría inducir un alza en las
tasas de interés, ya que las instituciones tratarían de evitar pagar la tasa
del sobregiro, buscando obtener esos recursos en el mercado de dinero aún
cuando ello implicara pagar tasas de interés más altas.
Un objetivo de SDT positivo reflejaría la
intención del Banco Central de proporcionar a las instituciones de crédito a
través de sus operaciones en el mercado de dinero una cantidad de recursos
mayor a la requerida por el sistema, obligando así a que una o varias
instituciones terminaran la jornada con saldos positivos no deseados en su
cuenta única en el Instituto Central. Esto último, abstrayendo de otras
influencias, podría provocar una baja en las tasas de interés, ya que las
instituciones tratarían de evitar mantener dichos saldos aún cuando esto
implicara prestar los mencionados recursos a tasas de interés mas bajas.
Finalmente, un objetivo de SDT igual a cero implicaría la intención del Banco
Central de satisfacer la demanda de billetes a tasas de interés de mercado y,
por lo tanto, proporcionar los recursos suficientes para que ningún banco se
viera obligado a incurrir en sobregiros o a acumular saldos positivos no
deseados al finalizar el periodo de cómputo.
De esta explicación se infiere que el Banco de
México siempre proporciona el crédito suficiente para atender plenamente la
demanda de billetes y monedas, incluso cuando adopta un SDT objetivo negativo.
Sólo que en este último caso, parte de ese crédito es otorgado mediante un
sobregiro en la cuenta corriente de uno o más bancos.
Intervenciones
en el Mercado de Dinero
La intervención del Banco Central en el mercado
de dinero se realiza todos los días hábiles a partir de las 12:00 horas. El
Banco de México tiene conocimiento previo de todas las operaciones que afectan
los saldos de las cuentas de la banca, con excepción de los retiros y depósitos
de billetes y monedas que realizan las instituciones de crédito. Esto último se
debe a que el Banco Central abona las cuentas de la banca el mismo día en que
éstas, sin previo aviso, depositan en el Banco de México los billetes que
captan del público, o bien carga dichas cuentas cuando las instituciones
efectúan retiros de billetes. Por lo anterior, el Banco de México está obligado
a pronosticar todos los días el cambio que tendrá lugar en la demanda por
billetes y monedas, para así poder incluir dicho pronóstico en el monto total
que se compense a través de su intervención en el mercado de dinero.
La intervención del Banco de México en el
mercado de dinero se realiza a través de reportos, subastas de crédito o de
depósito y compra o venta de títulos gubernamentales.En todas estas
operaciones, el Banco de México fija la cantidad y el mercado determina
libremente las tasas de interés.
Mercado
de Nivelación.
Diariamente, a las 18:30 horas, después de haber
aplicado en las cuentas de la banca los resultados de las cámaras de
compensación de los distintos sistemas de pago, el Banco de México abre su
sistema durante una hora con el propósito de que los bancos intercambien fondos
entre sí. A la apertura de este mercado el Banco de México interviene todos los
días subastando créditos o depósitos a fin de compensar diferencias entre la
demanda de billetes y monedas estimada y la observada. Esto con el objeto de
cumplir con el objetivo establecido sobre
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